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Diez cosas que dejarás de hacer cuando seas mamá

Todos estamos de acuerdo en que tener un hijo es una experiencia única, y que no lo cambiaríamos por nada del mundo. Pero está claro que cuando la familia crece, hay cosas que no podrás hacer (o te costará un esfuerzo increíble llevarlo a cabo) con un pequeño retoño corriendo por la casa y gritando ¡mamá! y ¡papá! constantemente. Aquí tienes algunas de ellas.


No podrás echarte la siesta


El verano, aliado perfecto para despedirse de los pañales

Cómo quitar pañales

Sé lo que estás pensando, que con este ya son tres los post acerca de la "operación pañal". En mi defensa diré que sólo si tu hijo tiene 24 meses en adelante, comprenderás lo trastornadas que nos volvemos las madres con este tema. Sobre todo en verano, con las abuelas presionando para dejarles con el “culito al aire”. ¿Hasta qué punto tienen razón nuestras madres?

Libros, el regalo perfecto para nuestros hijos

La idea de este post no es mía. Bueno, no al ciento por ciento. Aunque llevaba tiempo queriendo hablar de literatura infantil, sobre todo después de asistir un año más al Maratón de cuentos de Guadalajara, por fin he sacado tiempo para contaros algunas cosas que he aprendido y otras (la mayoría) me han enseñado acerca de por qué son tan importantes los cuentos en  el desarrollo de un niño. 


¿Qué tipo de mamá o papá eres?


Lo sé, las etiquetas son odiosas, pero no debemos engañarnos, a veces son útiles para tratar de cambiar (o reforzar) el rumbo que están tomando nuestros actos. ¿Quieres saber en qué perfil o perfiles encajas? ¿Con qué tipo de mamá o papá te sientes más identificad@?


Mamá al borde de los nervios1. Mamá / papá agobiad@. Empiezo por éste porque, en primer lugar, es el que mejor conozco (acabo de descubrirme), y en segundo lugar, porque creo que suele ser el perfil mayoritario de los papás ‘novatos’, al menos, en los primeros días de su nuevo papel como cuidador (quien dice días dice semanas…). Son fácilmente identificables por sus profundas ojeras, sus mandíbulas desencajadas y sus miradas perdidas. Como la energía, el grado de agobio no se destruye sino que se transforma. Afortunadamente, suele perder intensidad. Sugerencia: los problemas van creciendo conforme lo hacen nuestros retoños, así que disfrutemos de cada etapa porque el pasado siempre parece mejor.


Mamá jefa

Suena bien, ¿verdad? Desde que oí estas dos palabras en la misma frase no me resulta tan traumático establecer normas en casa. Pero, ¿hasta qué punto son buenas? ¿Dónde está el límite?


Esta semana asistí a la primera sesión de la ‘Escuela de padres’ a donde acude mi niña todos los días. Se trata de una iniciativa pionera en el centro que ha sido muy bien acogida. Bajo el título ‘Papá, mamá, por qué necesito normas y límites’, la charla prometía. Y así fue. Todos estábamos deseando que nos dieran la 'receta mágica' para evitar las temidas rabietas.

Cosas que nadie te contó sobre el embarazo


Que sí, que ya lo sé, albergar una vida en tu interior es lo más maravilloso del mundo… Pero no nos engañemos, también tiene sus inconvenientes...

Sería injusto sacar peros a un estado irrepetible, único y emocionante. El embarazo es, sin duda, uno de los momentos más especiales para la mujer. Pero no nos engañemos, no es oro todo lo que reluce, y aunque no me ensañaré acerca de la metamorfosis que sufre tu cuerpo, espero que este post te alivie para no sentir ningún tipo de remordimiento.

La tripita cervecera

Sí, es un horror, sobre todo si es uno de los puntos flacos de tu cuerpo, la tripita. Está claro que a todo el mundo le gusta ver a una futura mamá embarazadísima, con una gigantesca pelota de baloncesto asomando... Lo peor viene en el ecuador de la gestación, con cuatro meses y medio… un desconocido jamás pondría la mano en el fuego si tuviera que responder a qué se debe esa redondez de vientre. ¿Demasiadas hamburguesas o en serio estás embarazada? Solución: empieza a comprar camisas amplias cuanto antes… créeme si te digo que les darás un buen uso durante al menos dos temporadas.
(PD: ¿Os habéis enterado de que en China muchas mujeres se inyectan silicona para simular un embarazo y así conseguir un sitio en el metro? )


Con Milan, y a lo loco




Esta imagen dio la vuelta al mundo, o por lo menos, sirvió para llenar minutos de tertulias y columnas de opinión. En ella se ve a la cantante Shakira, y al futbolista Piqué en el asiento del copiloto, con su hijo recién nacido en la mochila portabebé, y para más inri, sin abrocharse el cinturón de seguridad. A los papás primerizos se les llamó de todo menos bonitos. Pero de ahí a pedir la patria potestad de Milan, el bebé, hay un abismo. Y explico por qué.


En una tertulia radiofónica escuché cómo un culé y soltero defendía al futbolista afirmando que, a veces, las imágenes son traicioneras, y que seguramente nada más arrancar el vehículo, Piqué habría colocado correctamente al bebé donde narices correspondiera en un pispás. El silencio duró unos segundos. “¿Tú no eres padre, verdad?”, preguntó uno de los compañeros radiofónicos. “No, ni falta que hace”, respondió airado.

Y es que, queridos míos, desplazarse en coche con un bebé recién nacido requiere de estudios de arquitectura, ergonomía e ingeniería, por lo menos.

Todavía recuerdo como si fuera ayer aquel momento glorioso, en el que pretendía salir con la cabeza bien alta y orgullosa de mi nueva condición de madre por la puerta del hospital. Hacía un frío del carajo, y alguien había decidido que la mejor manera de llegar a casa era hacerlo en el coche de mi padre. Pues bien, nadie en la familia (yo incluida) se había tomado la molestia de leer el farragoso manual de instrucciones que acompañaba al capazo (así se llama el ‘asiento’ donde deben ir los recién nacidos) para poner rumbo al deseado hogar.

Ahí estaba el artilugio, sin anclar en ningún sitio, libre como el viento, sin estrenar… Tras varios improperios lanzados a mi pareja, a mis padres y a todo bicho viviente, no tuve más remedio que desandar el camino, regresar de nuevo al hospital y encontrarme de nuevo con las curiosas miradas de muchos de los que me habían visto partir victoriosa.

Pues bien, ni un ingeniero, ni un mecánico ni un curioso que pasaba por ahí tuvieron las santas narices de montar el capazo como dios manda. Supongo que el modelo de silla también importa, y que en el mercado seguro que venden este tipo de sillitas al estilo ‘Ikea para tontos’ (consejo para mamás primerizas: la elección de la silla, importa, y mucho).

En definitiva, y volviendo a la imagen de la polémica, repruebo la temeridad de los papis, pero desde aquí les transmito mi más sincera solidaridad porque, con un bebé en tus brazos, todo se complica, y nada es tan fácil como parece.