Superada su adicción al chupete, ahora toca deshacernos de los pañales. Mi último descubrimiento: el orinal musical. ¿Una buena idea o una pérdida de tiempo?
Pues en eso estamos. Descubriendo sus efecto. Con 24 meses cumplidos, es hora de trabajar la contención urinaria y dar un pasito más hacia la madurez, no sólo fisiológica, también mental: el control de esfínteres. Unos amigos nos regalaron hace tiempo un orinal muy chulo de la casa 'Imaginarium', que además es adaptable al inodoro familiar. Pero se ve que sus fabulosos colores, sus asas laterales y su base antideslizante no son suficientes para atraer la atención de nuestra pequeña.El sábado pasado descubrí un invento de lo más curioso: ¡el orinal musical! Debo pedir perdón por mi ignorancia (sigo a rajatabla las instrucciones de mi hermana: no obsesionarme ni obsesionar a mi bebita con el control del pipí), pero no salí de mi asombro cuando una pareja de papás me descubrieron el artilugio de en un hipermercado.
La sorpresa cautivó también a mi tesoro, que rápidamente hizo el amago de probar el orinal in situ, sin importarle el cómo ni el dónde... Por 8 euros, pensé, merece la pena intentarlo.
PD: ¡Atención! Mucho cuidado con mostrar cómo funciona vertiendo agua en el orinal. Nuestr@ pequeñ@ puede 'exigirnos' insistentemente una prueba tras otra, y el objetivo no es que se entretenga con la música, sino que aprenda a controlar su pipí en el orinal para obtener la recompensa musical. ¡Suerte!
Gran idea. Me la apunto, aunque Guzmán todavía no está preparado para dar el paso. No avisa de cuando tiene ganas de hacer caca, ni siquiera de cuando ya se ha hecho. Aún tenemos que olerle el culete para saber si ha hecho caca y si le dices "has hecho caca" lo niega con un fervor que da miedo.
ResponderEliminarJeje, bueno, ahora mi pequeña ha empezado a comportarse así, de hecho, el próximo post va a ir sobre los pasos atrás que a veces dan nuestros bebés... Siempre hay una segunda e incluso tercera parte...
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