La venganza del pollito Pío y la derrota del tractor


A estas alturas de la vida, supongo que cualquier papá o mamá conocerá al ‘pollito Pío’, un divertido personaje animado cuya banda sonora logró colarse en las emisoras de radio fórmula más importantes de nuestro país. ¿Apto para niños? Hasta cierto punto. Que el protagonista acabe aplastado por un tractor puede herir la susceptibilidad de nuestros pequeños. Menos mal que un alma caritativa decidió cambiar el rol de víctima a verdugo.




Todo iba bien hasta que Nora cumplió los dos años y dos meses. No era la primera vez que disfrutaba con el vídeo del ‘pollito Pío’, una pegadiza canción acompañada por un imposible trabalenguas en el que se suceden animales sin parar con sus correspondientes onomatopeyas (el pollito pío, la gallina coo, el gallo cocorocó, el pavo glu glu glu, la paloma ruuuu, el gato miau …) De repente, algo cambió. Que el tractor atropellara al pollito Pío no resultaba divertido. ¿Cómo era posible que ese indefenso animal acabara aplastado contra el asfalto? ¿Por qué ese malvado vehículo pasaba por encima del ave?



El drama estaba servido, y mientras su amigo Raúl pedía una reposición nueva del videoclip en la tablet, Nora era incapaz de volver a pasar por ese suplicio. ¡Pasó un día entero llorando el aplastamiento del personaje!

Yo, que soy una defensora de las aves y de su calidad de vida, tampoco compartía el entusiasmo por el montaje. Y se ve que mi niña ha heredado esa misma susceptibilidad. ¡Ay mi pequeña!

Afortunadamente creo que ni Nora ni yo hemos sido las únicas en percatarse de ese injusto final. Y buceando en Youtube, encontré la solución al conflicto: ‘La venganza del pollito Pío’. El título prometía, y efectivamente, aunque pueda resultar algo “violento”, aplaudo la iniciativa. El pollito Pío pasa de víctima a verdugo, para regocijo del auditorio. En cada escena, nuestro protagonista, otrora indefenso, aparece realizando algún tipo de ejercicio (pesas, flexiones, salto de cuerda…) para, finalmente, dar su merecido al malvado tractor… ¡Un puñetazo con guantes de boxeo! ¡Bieeeeeeeeeeeeeeeeeen! Por fin se había hecho justicia.

Esta novedosa versión satisfizo a mi niña, y de paso, a su madre (una servidora). Por si no lo habéis visto todavía, aquí os dejo la pieza. ¡Yo he disfrutado como una enana!



5 comentarios:

  1. ¡No me había percatado de ese final del pollito pío! jajaja Guzmán está enganchado al Gangnam Style de Pocoyó. Se lo tengo que poner mínimo dos veces por día. Se pone a bailarlo como poseído y ya se queda tranquilo, una droga, vamos.

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja, bueno, Nora ha superado ya esa fase, aunque todavía colea, no te creas. Maldito Gangnam...

    ResponderEliminar
  3. Bravissima, Yoli!!!! Marco me pide una y otra vez el dichoso vídeo de "Il pulcino Pio", y yo estoy harta de intentar distraerle al final del vídeo, no se me había ocurrido buscarle solución al tema... pero ya lo has hecho tú. ¡Graciaaaaaas!
    Elena

    ResponderEliminar
  4. Me alegro de que a tu pequeño esta versión le agrade más. Sin duda, es más justa que la original...

    ResponderEliminar
  5. pollito pio vs tractor

    ResponderEliminar